Los orígenes de EuFRES se remontan a los años 50, cuando un grupo de responsables de la pastoral en Europa se reunió con el interés de la catequesis parroquial y la educación religiosa en las escuelas. Como resultado del dinámico cambio sociocultural, Europa se volvió cada vez más pluralista. El proceso simultáneo de descristianización de la sociedad, que se manifiesta, entre otras cosas, en el alejamiento de los jóvenes de la Iglesia y de la religión, en una revolución moral y en la aparición de sectas y de nuevos movimientos religiosos, condujo a la búsqueda de un modelo de enseñanza religiosa escolar que respondiera a las condiciones pastorales existentes. Con el tiempo, quedó claro que había que esforzarse por encontrar un modelo de enseñanza religiosa que, conservando el carácter propio de la escuela, estuviera en armonía con sus objetivos y tareas. Estas razones fueron el principal argumento para la fundación del Foro Europeo para la Enseñanza Religiosa Escolar en 1984. El primer presidente de EuFRES fue elegido en representación de Alemania, Fritz Bauer (1984-1986). En los años siguientes, la presidencia fue ocupada sucesivamente por Gerhard Ott de Alemania (1986-1992), Korherr Edgar de Austria (1992-1996), Fidel Herraez de España (19096-1998), Ernst Bloekl de Alemania (1998-2002), Flavio Pajer de Italia (202-2006), Avelino Revilla Cuñado de España (2006-2014), Filippo Morlacchi de Italia (2014-2018) y Roman Buchta de Polonia (2018-).
Los temas de las reuniones de EuFRES, que se celebraron consecutivamente entre 1984 y 2021, fueron los siguientes
– La enseñanza de la religión católica en las escuelas secundarias europeas (Klingenthal – Alemania 1984); – El profesor de religión como acompañante (Munich – Alemania 1986); – La enseñanza religiosa católica y la cuestión del sentido de la vida (Luxemburgo 1988); – La enseñanza religiosa católica entre la democratización y la secularización (Slagelse/Copenhague – Dinamarca 1990); – La enseñanza religiosa como servicio de la Iglesia para una Europa unida (Graz – Austria 1992); – La enseñanza religiosa católica y el desafío del pluralismo cultural en Europa (Madrid – España 1994); – Identidad y diálogo, exigencias de la enseñanza religiosa en Europa (Bressanone – Italia 1996); – La contribución de la enseñanza religiosa católica a los objetivos educativos de la escuela (Lisboa – Portugal 1998); – La competencia religiosa en las sociedades multiculturales. Objetivos de la educación religiosa hoy (Bratislava – Eslovaquia 2000); – La educación religiosa católica como educación para la identidad personal y social (Schmochtitz/Dresde – Alemania 2002); – Las confesiones cristianas y las grandes religiones de la cultura mediterránea en la formación de una nueva sociedad civil en Europa (Carini/Palermo – Italia 2004); – Futuro para el Cielo y la Tierra. Desarrollo sostenible y espiritualidad (Viena – Austria 2006); – Educación y vida en paz. Cristianismo y secularismo: Desafíos interculturales (Esztergom – Hungría 2008); – Educación y Educación para una «Cultura del Amor» (Roma – Italia 2010); – Educación religiosa y cohesión social en Europa. Propuestas para la formación del profesorado (Madrid – 2014); – La educación religiosa como acompañamiento en el camino de Emaús. La sociedad europea entre el cambio rápido y la identidad cristiana (Katowice – Polonia 2016); – Descubrir y fomentar la inteligencia espiritual. Un enriquecimiento para la persona y una bendición para la comunidad (Múnich – Alemania 2018); – Diálogo de Culturas en Europa – Un reto para la Educación Religiosa en la Escuela (la reunión prevista para 2020 en Viena se pospuso a 2022 debido a la pandemia de COVID-19); – La educación religiosa en la era de la pandemia COVID-19 (en línea – 2021).
Las reuniones de EuFRES han demostrado que las condiciones socioculturales, las experiencias religiosas y las regulaciones legales de la educación religiosa en las escuelas varían mucho entre los países europeos. De ahí la necesidad de buscar un modelo de educación religiosa que refleje mejor el carácter interreligioso e intercultural de la escuela moderna. También señaló la necesidad de escuchar las expectativas de los jóvenes cuya educación religiosa se desarrolla en un mundo de cultura postcristiana indiferente y a menudo hostil al Evangelio. Con el tiempo, a nivel de las formas escolares, prevaleció la convicción de que, dada la diversidad de contextos antes mencionada, era necesario proponer modelos diferentes para la educación religiosa en Europa.
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